jueves, 5 de junio de 2014

Oh it's what you do to me.

De chiquita pensaba que amar era fácil. Vivir sin amar no tenia sentido; entonces siempre me enfocaba en alguien. Toda la primaria me enfoqué en un compañerito de curso (el pibe me odiaba por molesta) y por suerte nadie se acuerda de eso porque el pibe (que ahora por cierto es un pelotudo) sigue siendo mi compañerito. En fin, con la experiencia aprendí que amar es mucho mas complicado de lo que parece: no es simplemente atracción y caerse bien; no es tan fácil. Y uno simplemente después de haber amado no quiere hacerlo mas; inconscientemente uno se cierra para no hacerlo, o al menos yo. Será que analizo todo pero me conozco muy bien.
Mi primer "algo" al que no se le puede llamar relación porque el amor estuvo solo de mi lado (aunque estaba convencida de que era de ambas partes) me hizo aprender muchas cosas: eso de sufrir por amor era mas heavy de lo que yo pensaba, no todo lo que te quieren hacer creer es cierto y si digo todo lo que pienso termino por cansar al otro. Quizás no siempre es así pero simplemente ya me quedó el trauma.  Lo juro, me hago mucho la mala pero es mi fachada para no demostrar mucho amor. Demostrarlo significa terminar enamorandose y agotar al otro, así que mejor fingir desinterés. El problema es que llegué al punto en el que dejé de amar. Empecé a confundir al amor con cariño. Y con mi segunda relación dejé de creer en mí y empecé a creer que no soy suficiente para nadie que me amara porque cago las cosas. Me convertí en el tipo de persona que me enamoró en primer año de secundaria, en una hija de re mil puta que da ilusiones para después estar con otras personas. La diferencia es que yo advierto que soy ese tipo de persona y se supone que el que avisa no traiciona.
Tuve una tercera relación hace poco de la cual quise escribir pero no se me ocurría qué decir porque mis sentimientos cambiaban todos los días. Esa fue la peor de mis decisiones: arruiné una amistad para empezar una relación que no funcionaba. Se supone que no hay que arrepentirse de lo que alguna vez te hizo sonreír pero esa relación me trajo mas disgustos que sonrisas. Duró un mes y a las patadas. En fin, hubo otro par de mini "algos"; en algunos involucré mas sentimientos que en otros, pero no merecen ser mencionados, y además me da mucha paja hacerlo.
Y bueno, terminé reemplazando al amor puro por amor líquido, insípido; no quería volver a sentirme una estúpida, sentir inseguridad, aprisionarme, lastimar a mas gente.
Pero como toda historia, después del punto de quiebre hay algo que lo cambia para bien. Y sin ser buscado, porque sino no tiene gracia. Apareció de casualidad en McDonald's con cara de no me sale interactuar con desconocidos. Muy blanquito y con muchos lunares; de pelo castaño, todo flaquito.
"Ya me caes bien porque tenés una remera de My Chemical Romance y estuve cantando The Ghost Of You todo el dia."
Y ya ahí quise conocerlo mas.
Tenía cara de tocar algún instrumento, de escuchar buena música (obviamente), de que le costaba abrirse a la gente, de tener malas notas solo porque el colegio le resultaba una pérdida de tiempo y de ocultar una personalidad increíble y única detrás de esa cara de nada. Le pegué a todas.
Juro que conocerlo me dio ganas de cortarle a Agustina. Obvio que tenia mil motivos mas para cortarle, pero el sumó una mini mini partecita, en ese momento no entendía por qué. Le corté al día siguiente.
El martes siguiente vino a buscarme al colegio. El tenía basquet y yo iba a tener que esperarlo una hora en el club para nada pero no me importaba. Y eso que soy muy muy pajosa con ese tipo de cosas. Previamente fuimos a su casa la cual estaba sola y me mostró un par de canciones con la guitarra. Quedé fascinada. Qué talento, qué pibe, qué ser mas increíble. Era imposible para mi cabeza que alguien así no estuviera lleno de amigos, rodeado de minas; era imposible que fuera tan genial y a su vez tuviera el autoestima por el subsuelo. No, no podía ser, yo tenía que solucionar eso. Juro que busqué algún modo de hacerle ver lo único que era y lo mucho que valía pero no había modo, porque el pibe es un pelotudo con -1000 de confianza en sí mismo y porque no existen palabras que puedan expresar lo que es este chico.
No tengo muchas ganas de explicar todo con muchos detalles, voy a ir directo al día que armamos para ir a Ruta junto con Valentina, y el vendría un rato antes así teníamos un tiempito para nosotros. Terminamos tirados en la alfombra del piso compartiendo una almohada, con una distancia entre cara y cara de un centímetro. Pero no, no nos besamos; nos quedamos mirándonos y haciéndonos caricias, como nenes chiquitos que se tienen mucho amor. Pero ESO pasó esa noche en el boliche, que se hizo el vivo besándome la comisura de la boca y me lo terminé re mil morfando, obviamente.
Sinceramente estaba esperando ese momento desde el día que lo conocí, pero no me había dado cuenta de mis intenciones hasta esa noche.
En fin, nos vimos un buen par mas de veces desde ese día, al inicio lo besaba pensando que solo lo hacía porque sí.
Ah! Me estaba olvidando de una cosa. Yo "estaba en algo" cuando nos besamos por primera vez. Igual ese chico sabía que yo no sentía nada. En lo que estoy contando este chico no importa, el problema es que antes de besar a Tomas yo no sentía amor, pero de todos modos besar a este chico me gustaba. Después de besarlo solo lo besaba por compromiso, porque ya sentía menos que nada. Quería que se alejara, quería a Tomas. Y me costó poder admitir eso, aunque internamente lo sabía pero me hacía la boluda.
Así la anti-amor que picoteaba por todos lados se cansó de picotear.
Y así de repente nos dimos cuenta que nos amábamos el uno al otro y vivimos una semana de cursiladas y otras mierdas, fue todo muy rápido y terminamos peleando.
Y volví a comerme a este chico. Y volví a sentir menos que nada.
Hice que Tomas me pidiera perdón de veinte maneras diferentes y me convencí de que no iba a perder a esta gran personita por ponerme en algo con él. No no no.
Peeeero lo vi despues de dos semanas, él iba a ir a buscarme al teatro e íbamos a ir a su casa. El pelotudo no llegaba y me estaba desesperando. Los chicos se estaban burlando de que me volví pollera y obvio que lula anti-amor saltó a defenderse con que no. Finalmente veo al idiota viniendo a lo lejos, y suspiro. Se acerca, supuse que para abrazarme, pero me agarra de la cara y me encaja un buen beso. Ugh, maripositas en el estómago; putas y repugnantes maripositas. Pero que bien se sentía. Que lindo sabor y olor a miel. Sus besos son mas relajantes que fumarme un pucho.
Y tenerlo ahí, abrazándome por la espalda apoyados en la baranda mientras conversabamos con todos, cada tanto él me daba un beso en el cachete, en el cuello o en los labios. Y yo simplemente no podía dejar de derretirme por dentro.

En un momento desaparece con Julián, supuse que fueron a jugar al daytona (tienen una competencia de pendejos de nueve años con ese juego del orto) así que haciendome la boluda le pedí a Franchute que me acompañara hasta el pacman. Pero no estaban. Volví y ya estaban ahí. No entendí que mierda habían estado haciendo hasta que Tomás media hora después en McDonalds me dice "fijate si tenés algo en la mochila que te pueda interesar". Y ahí estaba el disco de nuestra banda. El disco del cual yo tenía mi preciada remera, con el esqueleto marchando. Regalo que recibí en McDonalds, lugar donde nos conocimos. Ay, me estaba muriendo.

Un rato después vamos para su casa y voy a resumirlo con que fue uno de los mejores viernes del año, quizás el mejor de todos. Su familia super agradable. Ese día no pude parar de mirarlo, en serio que no pude. Vieron cuando por mas que mires algo mil veces no le podes encontrar un solo defecto? Mas lo miraba mas me gustaba: su carita de concentración tocando la guitarra, sus pupilas dilatadas por la poca luz, su forma de sentarse. Todo me podía, todo.
Y finalmente la ultima vez que lo vi fue el sábado, con la excusa de estudiar físico-química, por el cumpleaños de mamá. Y bueno, le cayó bien a todo el mundo (¿Cómo no hacerlo?).
Cuestion que Flor me dice que se puso posta con Mitto y me incitó a que me animara a pedírselo. Y di mil vueltas y termine pidiéndoselo por Whatsapp cuando estábamos a medio metro de distancia; y él dio mil vueltas mas para terminar pidiéndomelo el para ser un poquito macho. Les dejo imaginarse el resto.
Y no aprendió un carajo de fisico-química obviamente, pero tampoco es que eso importe mucho.
Y me muero por que sea viernes para poder verlo de nuevo (¿Cómo carajo pudo un pelotudo ablandarme así?).